Ayer estuve caminado por el monte. Nubes de algodón. Pinos. Muchas Peñalaras diferentes; colores, cielos, flores... Cada día es diferente. Pienso en las nubes de palabras y de etiquetas, una hermosa manera de representar la frecuencia acumulada de la repetición de un hecho, y estoy contento de haber conseguido la mía únicamente con mis medios. Ensayo y error, como siempre, una teoría que no falla. Peñalara. A un lado la peña Citores, al otro las Dos Hermanas. La más montaña más alta del Guadarrama pero no la más emblemática, cada uno aloja su montaña particular en lo más profundo del corazón, la mía es la Mujer Muerta, una cumbre mítica coronada por un oso de piedra. Desde allí arriba se domina la llanura segoviana; dicen que en días claros podría llegar a verse la cordillera que protege los Picos de Europa.
2 comentarios:
A ver si algún día claro nos saludamos desde "nuestras" cumbres... Tú desde la Mujer Muerta y yo desde el Espigüete... Saludos Esgalleros!!!
Ah! y enhorabuena por tu "NUBE"!!!
Pues si Vidal, seguro que podremos imaginarnos desde allí arriba cada uno en nuestras montañas. Saludos,
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