martes, 28 de septiembre de 2010

Las barcas se mueven

Con largas exposiciones, tanto al amanecer como a la caída de la tarde, uno puede darse cuenta de que, a pesar de tener todo controlado, las barcas se mueven. Mientras tanto el agua sedosa forma una increíble película que envuelve todo aquello que se encuentra en medio de las aguas. Pero las barcas se mueven y transmiten una sensación fantasmagórica, congelando el movimiento hasta parecer irreal; más o menos medio segundo de exposición, toda una eternidad.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Sol, pájaro, antena...

martes, 21 de septiembre de 2010

Soledad

De la misma serie del otro día en el parque, colores sobrios, incluso podría ser hasta un blanco y negro. Objetos inanimados que esperan su momento de gloria en cualquier recodo del camino. Apenas me costó ponerle título pues la imagen evoca de manera muy especial la soledad. Quizá sea un sentimiento muy personal, no sabría explicarlo mejor. El parque lleno de gente, los bancos ocupados, niños que corretean, cuidadores, ancianos… Silencio. Justo el instante, como en los jardines zen, en que pasa un ángel. Unas piedras al descuido y una minúscula hoja seca ocupan en este caso el espacio normalmente dedicado a otros menesteres.

lunes, 20 de septiembre de 2010

50 maneras de ser tu amante

Una tarde en el fútbol. Ayer jugaban el Atlético contra el Barça en el Calderón; ganó el equipo catalán por 1-2 aunque pudo haber sido por mucho más. Ambientazo en el campo, una olla a presión con los aficionados rojiblancos animando sin parar. Imagina... Lástima la lesión de Messi casi al final del partido. Los del Barça van como quieren, abruman y desarman las defensas contrarias con facilidad; el Atlético ayudó pues no tuvo las ideas especialmente claras. Oleadas de atacantes jugando con el balón como los acróbatas del circo: controles perfectos, pases medidos y recepciones alucinantes. Con los contemporáneos en la mochila, “50 maneras de ser tu amante”, pues cualquier sitio es bueno para leer poesía. Contemporáneos.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Ya se acerca…

Esta mañana en el parque, de repente, me di cuenta de que el otoño se acerca sibilino y sigiloso como todos los años. Algunos signos sutiles, los días más cortos, los tonos dorados y los árboles desnudos, el color de las hojas por el suelo junto al sumidero de la fuente… Pequeños detalles, capaces de abrirnos los ojos, nos ayudan a sentir el paso del tiempo.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Como la vida misma

Una pareja acaba de perder el hijo que esperaba al poco de parirlo. No pudo ni salir del hospital. Ella (23 años, soltera, sin estudios) tiene dos hijos de una relación anterior. Él (47 años, separado) trabaja como vigilante de seguridad. Un mes después, en la piscina, ningún signo revela en su cuerpo el antecedente de los embarazos, a pesar del escaso tiempo transcurrido desde el último parto.
Parecen felices aunque desconocen si podrán disponer de los dos mil quinientos euros que proporciona el gobierno tras el nacimiento de un hijo.
Discuten
Ella quiere ponerse tetas,
Él preferiría cambiar de ordenador...

jueves, 9 de septiembre de 2010

Machado en Segovia

lunes, 6 de septiembre de 2010

Contemplar el cielo

Nubes. El sol se oculta tras las montañas. Como cada tarde despejada, contemplar el cielo es todo un espectáculo. Amenaza empeoramiento general con bajada de las temperaturas. Mientras tanto, día tras día, disfrutamos de un nuevo atardecer.

sábado, 4 de septiembre de 2010

La hoja solitaria

La hoja solitaria que anuncia el otoño intenta mantenerse contra viento y marea, en inusual enfrentamiento contra los elementos que acabarán minando su débil resistencia. La única hoja que todavía permanece en el árbol, con su verde brillante y altivo, no es más que un símbolo pues el futuro más inmediato no le augura nada bueno. La belleza de lo efímero, la grandeza de las cosas sencillas…

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La tapia del cementerio

Tres cardos secos destacan sobre la tapia del cementerio de San Salvador de Cantamuda, justo detrás del ábside de la magnífica iglesia románica que preside el pueblo. Nubes y colores contra el fondo de la montaña que no se aprecia en la imagen, un remanso de paz en cualquier época del año. Hoy se celebra la festividad de nuestra señora de la Fontcalda, nada tiene que ver con San Salvador pero al verlo en el calendario del trabajo, me llamó la atención y lo apunté para acordarme. Se acabaron las vacaciones y la rutina, de nuevo, se apodera de nuestras vidas. Dichosos de poder trabajar y más aún de poder disfrutar de las merecidas vacaciones. Afortunadamente el trabajo organiza nuestras vidas y justo nos deja libre el tiempo en que jamás podremos aburrirnos.