domingo, 31 de mayo de 2009

La cresta de Claveles

La cresta de Claveles desde la laguna de los Pájaros, uno de los sitios más bonitos de toda la sierra. Después de subir a la cumbre de Peñalara por la senda del Batallón Alpino, continuamos por la cresta de Claveles hasta la Laguna de los Pájaros y descendemos hasta La Granja atravesando los hermosos pinares de Valsaín. Un paseo delicioso con flores de colores y nubes de algodón.

viernes, 29 de mayo de 2009

Desigualdades en salud

“Subsanar las desigualdades en una generación. Alcanzar la equidad sanitaria actuando sobre los determinantes sociales de la salud”.
Me gusta esta idea (política) de subsanar las desigualdades en una generación, todo un compromiso y toda una declaración de intenciones. Dónde hay que apuntarse!!! Esperemos que no sea como la quimera de Alma Ata y la “Salud para todos en el año 2000”. Está claro que hay que trabajar poniendo delante de nuestras narices un objetivo claro y concreto: lo que se conoce como una meta real, ambiciosa y retadora. El objetivo debe ser ambicioso pero también debe ser asequible para evitar caer en la frustración. La ley de cuidados inversos nos explica que siempre recibe más quien menos necesita, paradigma que podría aplicarse a cualquier aspecto de nuestras vidas.
Parece ser que el informe de las desigualdades es algo serio, un concienzudo informe avalado por la OMS. También es evidente que las desigualdades en salud se pagan con vidas; el nivel de renta condiciona mucho la salud de las personas, cuanto más baja es la condición socioeconómica, peor es el estado de salud.
La intervención para subsanar las desigualdades se basa en tres líneas principales de actuación: la mejora de las condiciones de vida (búsqueda de la equidad, creación de entornos salubres, atención a la salud universal, protección social y trabajo digno); la lucha contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos (la equidad sanitaria debe servir para evaluar la actuación de los gobiernos, promover la equidad de género, cumplir con el compromiso de destinar el 0,7% del PIB a la ayuda mundial, etc.); y la medición de la magnitud del problema, analizando y evaluando los efectos de las intervenciones (mediante la creación de programas de observación sistemática de las inequidades).
Casi nada.
“Para la comisión sobre determinantes sociales de la salud reducir las desigualdades sanitarias es un imperativo ético. La injusticia social está acabando con la vida de muchísimas personas”.
Lo dicho, con los verdaderos poderes que mueven el mundo, una verdadera quimera.

jueves, 28 de mayo de 2009

El cerezo de la huerta

Un viejo cerezo cargado de flores en medio de la huerta. Siempre me gustaron los árboles viejos. Como muy bien se puede apreciar, ocupa un lugar principal rodeado por los pies de viña todavía desnudos, mientras esperan la llegada del buen tiempo para cubrirse de hojas y frutos. En la hilera de frutales el tiempo y los años otorgan una categoría principal al viejo cerezo; el vigilante del majuelo. En verano me gusta sentarme a su sombra y leer hasta que el sueño, poco a poco se apodera de mi cuerpo. Una agradable sensación cuando se me ablandan los músculos y el libro se me cae de las manos.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Diente de león

Esta noche juega el Barça contra el Manchester por la Copa de Europa. A ver si el diente de león...
Uno cero al descanso y jugando bien!!!
Campeones!!!
No se si el segundo gol fue de Messi o una carambola de Xavi, jugando con la cabeza de su compañero.

martes, 26 de mayo de 2009

La Pedriza

“Cuando se ilumina la gran solana de roca, con sus fisuras oscuras ocupadas por jaras y enebros, queda claro que la Pedriza es, ante todo, un paisaje de piedra berroqueña, de tolmeras y pinganillos, de yelmos y dorsos de piel estriada como la de un animal dormido. He visto andando por sus escondrijos paisajes sobre losas suspendidas entre abismos que no he vuelto a encontrar en ningún lugar. El escalador descubre regalos insospechados, jardines perdidos, piedras laceradas, desiertos en miniatura, paredes propias de cordilleras remotas y se acostumbra a esos niveles de calidad cromática y de arquitecturas a punto de quebrar el concepto de la geometría. Quien vuelve de esta Pedriza oculta sabe algo especial que le reúne con sus congéneres y tal vez le hace despistarse en las oficinas con ventanales y en los atascos del atardecer de las carreteras periurbanas”. Eduardo Martínez de Pisón en el prólogo de “Pedriza. Historia de 32 sendas de la vertical”, de César Castro por ediciones Desnivel.

lunes, 25 de mayo de 2009

Tomando el sol

Un momento hermoso en esta primavera soleada después del invierno de nieves que hemos podido disfrutar. Cada día predomina un tono y un tema; en esta ocasión el amarillo de las flores es el protagonista de la jornada.

domingo, 24 de mayo de 2009

Majalasna

Majalasna es el primero de los Siete Picos y el más bajito de todos ellos, un pequeño y aserrado macizo entre el puerto de Navacerrada y el valle de la Fuenfría. Por su vertiente norte discurre el famoso camino Schmidt –trazado por Eduardo Schmidt en 1926 con intención de unir el puerto de Navacerrada con el Chalet de Peñalara en el valle de la Fuenfría– y por la sur la conocida senda Herreros. Majalasna es el pico que se encuentra más a poniente y no llega a los dos mil metros, que sí alcanzan el resto de sus seis hermanos. La pradera que se encuentra a sus pies, cubierta de flores amarillas la semana pasada, tiene una fuente de agua fresca y es un lugar encantador; la cumbre se asoma al valle de la Fuenfría otro de los lugares mágicos del entorno. Desde la pradera de Majalasna al collado Ventoso discurre la senda de los Alevines, una vereda preciosa entre rocas y pinos. Es uno de los tramos más hermosos, junto con la senda Herreros, de toda la sierra. Hoy estuve leyendo el libro de César Castro sobre la Pedriza: “Historia de 32 sendas de la vertical”. Las palabras de Martínez de Pisón sobre la Pedriza, en el prólogo del libro, constituyen una verdadera delicia.

sábado, 23 de mayo de 2009

Flor de cactus

Ayer hizo mucho calor en Madrid, un bochorno insoportable a última hora de la tarde. A mi me gusta el calor pero confieso que en algún momento llegaba incluso a ser un poco agobiante. Por la noche, una tormenta con impresionante aparato eléctrico ha despejado la atmósfera y esta mañana se respira un aire puro y tranquilo después del paso del vendaval. Algunos charcos y las ramas caídas reflejan la violencia de los acontecimientos nocturnos. ¡Como si hubieran pasado “los hunos”! En el balcón se perdieron las flores de los cactus, esas flores tan hermosas y delicadas que sólo duran un día; a poco que te descuides apenas puedes disfrutarlas. Esperemos que después de todo esto las plantas vuelvan a florecer. Imagina...

viernes, 22 de mayo de 2009

El Refugio

A veces encontramos sorpresas en rincones insospechados, por ejemplo este anuncio del refugio resaltando contra el cielo azul. Es de la serie realizada en el pueblo de los libros, en las inmediaciones de Valladolid, con un día espectacular tanto por el cielo como por las nubes. En cualquier caso este refugio tiene una pinta magnífica y acogedora, a pesar de lo poco que de él podemos vislumbrar. No en vano muchas veces es más importante lo que se imagina que lo que se ve y este pequeño signo ya transmite, por sí solo, positivas vibraciones.

jueves, 21 de mayo de 2009

Un hombre afortunado

Sigo con Berger y sus historias. Una delicia y un compromiso las historias de A’ida para Xavier. Encuentro “Un hombre afortunado”, la novela que andaba buscando. Se trata de la historia de un médico rural contada por Berger y fotografiada por Jean Mohr. Ambos acompañaron durante un tiempo a John Sasall, un médico inglés que ejercía su profesión en una comunidad rural. La obra narra varias historias del trabajo de Sassall con sus pacientes, a la vez que revela pensamientos sobre su profesión y su vida para acercarnos gradualmente al hombre. Las fotografías de Jean Mohr marcan rasgos indispensables de la historia y dialogan con un texto lleno de reflexiones del propio Berger y otras procedentes del mundo literario y filosófico: de Conrad a Gramsci, de Piaget a Sartre. La obra es de 1967 pero está reeditada por Alfaguara el año pasado.

“Los paisajes pueden ser engañosos.
A veces da la impresión de que no fueran el escenario en que transcurre la vida de sus pobladores, sino un telón detrás del cual tienen lugar sus afanes, sus logros y los accidentes que sufren.
Para quienes están detrás del telón, junto a los pobladores, los referentes del paisaje ya no son sólo geográficos, sino también biográficos y personales”.


Me entretengo un rato contemplando una exposición de fotos pintadas. Se titula Marruecos con otros colores. En realidad son fotos en blanco y negro coloreadas con acuarelas y tintes naturales. El autor consigue así un logrado efecto que transforma la realidad fotográfica en una ensoñación pictórica.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Un pedazo de cielo

Parece mentira que el tejado todavía se mantenga en pie. Es como si un gigante le hubiera dado un bocado, cicatrizando sobre si mismo sin dejar más huella que su ausencia recubierta por un cielo espectacularmente azul. Algunas nubes blancas, sutiles, pasan sigilosas, transmitiendo que nada relativo a esta triste historia va con ellas. Es como la vida misma, cada uno, a su manera, se desentiende de los problemas que surgen por doquier. Sin embargo, el resto de la techumbre conserva muy buena salud y eso es lo que más me llama la atención.

martes, 19 de mayo de 2009

John Berger

Esta mañana, en un descuido, me compré un libro. Son cartas, escritas y no escritas, intercambiadas por una pareja. Él está en la cárcel, se llama Xavier. No están casados y por eso ella no puede ir a visitarle. Esta misma tarde he comenzado a leerlo. Me gusta porque es del tipo de libros que se pueden abrir por cualquier página y ponerte a leer sin ningún impedimento, un conjunto de hermosas palabras enlazadas que dicen cosas bonitas. Su autor es poco conocido pero sin duda se trata de uno de los grandes. Uno de sus párrafos:

“Por la ventana, a lo lejos, más allá de la casa de Dimitri, veo un perro. Va caminando despacio y husmeando la tierra. Igual que yo, busca algo y no sabe qué. Digamos que está buscando una sorpresa, atentamente, poniendo los cinco sentidos. Y yo busco palabras para contarte cómo estoy contigo”.

También tengo pendiente un hombre afortunado, “una lúcida meditación sobre el valor que le asignamos a una vida humana y sobre cuál es el verdadero rostro de la medicina”.

lunes, 18 de mayo de 2009

Castilla

No se me ocurría una mejor imagen para un día triste, marcado por la muerte de Mario Benedetti, poeta uruguayo y universal. La luz de Castilla a pesar de los cielos grises, de la lluvia y de las tormentas, el renacer de la vida en cada primavera.

domingo, 17 de mayo de 2009

La cumbre de Peñalara

Ayer estuve caminado por el monte. Nubes de algodón. Pinos. Muchas Peñalaras diferentes; colores, cielos, flores... Cada día es diferente. Pienso en las nubes de palabras y de etiquetas, una hermosa manera de representar la frecuencia acumulada de la repetición de un hecho, y estoy contento de haber conseguido la mía únicamente con mis medios. Ensayo y error, como siempre, una teoría que no falla. Peñalara. A un lado la peña Citores, al otro las Dos Hermanas. La más montaña más alta del Guadarrama pero no la más emblemática, cada uno aloja su montaña particular en lo más profundo del corazón, la mía es la Mujer Muerta, una cumbre mítica coronada por un oso de piedra. Desde allí arriba se domina la llanura segoviana; dicen que en días claros podría llegar a verse la cordillera que protege los Picos de Europa.

sábado, 16 de mayo de 2009

El Indio de Siete Picos

Una piedra con un cierto parecido humano en las alturas de Siete Picos. Al otro lado, la llanura madrileña y sus azules. Es como si el viento y el sol hubieran tallado un estupendo mohai, solemne e impertérrito a pesar de los elementos naturales que le castigan día y noche a lo largo de todo el año. Yo quiero imaginar que podría tratarse del famoso “Indio” que aparecía hace algunos años en una de las revistas ilustradas del Club Peñalara, pero confesaré prudentemente que tenía otra idea al respecto. Además hace tiempo que no encuentro la revista y así, sin referencias, es mucho más difícil descubrirlo y confirmarlo. Un paseo por la hermosa senda Herreros, en el cóncavo de Siete Picos, y vuelta por las crestas, con ascensión a Majalasna, al segundo y al séptimo pico. Las vistas de Peñalara y la Maliciosa hacia oriente, la Mujer Muerta, la Peñota y Abantos al oeste. Sol y flores por todas partes, botones de oro, lirones y narcisos silvestres, un universo amarillo imposible de imaginar…

viernes, 15 de mayo de 2009

Casa con dos puertas

Casa con dos puertas mala es de guardar. El día era gris pero me gustó el contraste de la piedra contra las puertas intensamente azules y el verde de las últimas lluvias. La situación en alto proporciona una majestuosidad impropia para una bodega o merendero de estas características. No faltó de nada, chuletas y choricillos con el fuego de sarmientos, tortilla de patata, ensalada, vino cosechero, el pan de pueblo y el orujo de Dueñas… aparte del magnífico gozua, el postre vasco de tres capas que trajeron los amigos: crema pastelera, bizcocho y nata montada.

jueves, 14 de mayo de 2009

Postales de Italia

Claro que pasé por tu pueblo y claro que me acordé de ti. Magnífica la Dársena del Canal, arteria verde que atraviesa la reseca Castilla, sorpresa tras sorpresa, una delicia. No conocía Medina de Rioseco, salvo las referencias de Martín Garzo en “Los viajes de la cigüeña” y tenía cierta curiosidad. Hace algunos días de todo esto, cuando descubrimos las gallinas libres de Mazuecos y visitamos Urueña, no precisamente caminando, ya me gustaría a mi poder estar haciendo en estos momentos el Camino de Santiago (no en vano pasaron 18 largos años desde aquella semana en bicicleta acompañado por un buen amigo, no teníamos otra cosa mejor que hacer que pedalear a lo largo de todo el día y a ello nos dedicábamos con ahínco), era por lo del domingo pasado (“Dejando pasar el tiempo”), caminando por el parque, reflexiones sin más en una ciudad todavía dormida, estirando las piernas a primera hora de la mañana, aprovechando por hacer algunas fotos antes de que el sol salga con toda su fuerza. Beirut es otro de los descubrimientos recientes, esta vez de la mano del amigo Artemio (Nantes, Sunday smile, Postcards from Italy…). Merece la pena detener el tiempo por un instante y concentrarnos nada más que en la música, dejando vagar la imaginación. Postcards from Italy by Beirut. Seguro que coincidimos en que se trata de una verdadera preciosidad.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Harinas de San Antonio

La fábrica de harinas de Medina de Río Seco, de nuevo ladrillo castellano para los grandes edificios industriales de comienzos del XIX. En cualquier caso obras espectaculares y grandiosas, marcadas por el descuido y el paso del tiempo. Hoy he aprendido algunas cosas importantes, entre ellas que la clave para triunfar reside en ser capaces de transmitir ilusión y que, aunque no nos demos cuenta, los tesoros que buscamos se encuentran entre nosotros. Otra circunstancia relevante sería constatar el hecho de que los sueños siempre se cumplen, aunque no seamos nosotros los protagonistas. Es cierto que no debemos confundir salud con felicidad, a pesar de las definiciones equívocas que inducen a error. Y también he aprendido a crear nubes de palabras (una representación visual de las palabras que conforman un texto, donde el tamaño de la fuente es mayor para las palabras que aparecen con mayor frecuencia) y me han presentado una banda que se llama Beirut, de la que nunca había oído hablar hasta este momento. En fin, un día bien aprovechado para el hombre que camina.

martes, 12 de mayo de 2009

Hotel Imperial

Ladrillos y reflejos, el día está cubierto pero los colores son hermosos e intensos. De repente el anuncio del hotel, con sus azulejos rojos y blancos, llama poderosamente mi atención. Las ventanas, los visillos y la luz que se refleja en las ventanas superiores, son algunos de los detalles que completan el cuadro…

lunes, 11 de mayo de 2009

Dejando pasar el tiempo

Primeras horas de un domingo cualquiera cuando la ciudad no ha despertado todavía y se percibe una calma especial. Primavera, el olor a hierba y a tierra mojada, nadie por ningún sitio. Poca gente sale de casa a estas horas, si acaso por comprar el pan y el periódico pero ni eso, se está bien en la cama, todo puede esperar, no hay nada importante que hacer tan temprano –salvo mi deambular tranquilo, sin prisas y sin destino–
Camino donde me llevan los pies. Encuentro un parque donde el mobiliario urbano parece recién estrenado, más bien el esbozo de un parque trazado con tiralíneas o el de una película de ficción. Agradable sorpresa pues hasta hace bien poco nada había por aquí. Cierto que falta algo de desorden, el caos de las malas hierbas y de los bancos castigados por la lluvia y el sol. Estreno un espacio ganado a solares y descampados contiguos, un campo domesticado con geométricas calles, jóvenes arbolillos y farolas de diseño, y echo en falta esa gracia especial que transmite el paso del tiempo.
Algún solitario pasea con el perro y un andarín desconfiado me mira con recelo; ¿tendré acaso mala pinta?, ¿pareceré un delincuente?, ¿debería comprarme un perro para evitar levantar sospechas? Un corredor se ejercita al compás del ritmo dictado por la música, a tenor de los cables que salen de su cabeza rapada. Claro que también podría ir escuchando las noticias, aunque no sé si ya han salido o si todavía las están elaborando pues, como el pan, todo lleva su tiempo y no olvidemos que hoy es domingo.
Cuando yo corría no hacía más que correr, no me gustaba escuchar música ni nada parecido, me gustaba andar ensimismado en mis pensamientos, sentir las pisadas, disfrutar con los pájaros y los sonidos de la naturaleza, escuchar el rumor de mi propia respiración. Como hago ahora, aunque ya no corra y me deje llevar sin rumbo fijo a ningún lugar. Lo más hermoso, correr por el bosque; lo más cansado, correr junto al mar; lo más difícil, escuchar cómo se mueven las piedras. Y cuando me asalta un ataque de nostalgia, me abrazo a un árbol centenario y recupero la fuerza y la energía.
A estas horas la ciudad está aún medio dormida, no despertará hasta media mañana con las rutinas que nos organizan la vida y nos ayudan a identificar el momento en que vivimos, quizá la misa, el periódico o el aperitivo como signos inequívocos del día de asueto –cada uno tiene sus propias rutinas–, pasos inequívocamente marcados por su correspondiente actividad, el mercadillo del sábado, la paella del domingo, las cañas del viernes al salir de trabajar…
Apenas quedan restos de la tertulia pasada, el humo de la conversación hace tiempo se desvaneció, y la enorme colección de cáscaras de pipas que tapizan el suelo recuerda aquellas horas, aquellos momentos en que no había nada mejor que hacer que dejar pasar el tiempo. Comienza la mañana, todo un día por delante, un nuevo espectáculo por descubrir.

Wordle: Dejando pasar el tiempo

domingo, 10 de mayo de 2009

Árboles bonsái

Los árboles crecen en lugares inverosímiles, solitarios, desafiado a los elementos. Escasos medios para poder sobrevivir y progresar, enclaustrados entre bloques de granito azotado por los elementos. Cada día descubro algo nuevo –mis momentos mágicos–, una luz increíble, un cielo azul y un paisaje que nunca me cansa.

sábado, 9 de mayo de 2009

De nuevo a la Pedriza

De nuevo a la Pedriza. A pesar de repetir itinerario, cada día es único y diferente a todos los demás: la luz, la compañía, las nubes blancas y el airecillo que corre sutil por lo más alto de las cumbres, las vistas profundas y lejanas, los tonos verdes y rosados de las piedras. Lo que más me llama la atención son los árboles bonsái, pintados como estampas, creciendo solitarios en territorios inverosímiles.

viernes, 8 de mayo de 2009

Un charco

A veces lo que vemos no es más que un reflejo de la realidad, un simple charco donde se reflejan los árboles y el cielo, y todos aquellos elementos que nos rodean. Si nos limitamos a esta visión, podríamos pensar que nos encontramos en la boca de una sima ante tremendos precipicios, pero con un poco de calma y de cordura podremos identificar las briznas de hierba en la parte superior y las rocas de la derecha que conforman el pequeño recipiente donde se remansa el agua. La luz que se filtra entre los árboles es la única responsable de crear este pequeño misterio, aparte de nuestros ojos confundidos ante un hecho inusual. No es más que un simple charco en uno de los parajes más recónditos de la Pedriza.

jueves, 7 de mayo de 2009

Pequeños tesoros

Pequeños tesoros, imágenes inesperadas paseando por la ciudad, unos arcos apuntalados con el reflejo del cielo en los cristales, la nota de color con el árbol y sus flores, pequeños rincones de belleza que nos esperan en cualquier momento y que tenemos que ser capaces de descubrir…

miércoles, 6 de mayo de 2009

Árbol entre piedras

Árbol entre piedras, algunas cabras descansando a la sombra del pino, un terreno absolutamente áspero e inimaginable. Parece imposible que en este caos de bloques de granito rosa pueda existir algún tipo de vida vegetal pero de vez en cuando surgen estos bonsáis naturales que alegran la vista y los sentidos.
El otro día me di cuenta de que me leían en Ushuaia, al otro lado del mundo. Increíble pero cierto. Casi no me lo podía imaginar, Usuhaia siempre ha sido para mi una tierra incógnita, un territorio mítico y desconocido… También he localizado a un viejo amigo que pasa por aquí desde la lejana selva negra (ventajas del ciberespacio), otro paraíso de pinos aunque desde mi modesto punto de vista nada tiene que ver con la salvaje hermosura de nuestra Pedriza. ¿Será quizá por la lluvia ácida de aquellas tierras?

martes, 5 de mayo de 2009

Algo de luz

Algo de luz, atardecer en Palencia, las casas pintadas de la calle Mayor y los soportales con sus luces. Imagina…

lunes, 4 de mayo de 2009

The sun is shining

Una flor azul que crece salvaje en cunetas y descampados junto a las amapolas y los dientes de león (espectacular composición donde destacan los rojos, amarillos y azules). Todavía no he conseguido saber su nombre aunque hace tiempo que me llamaba la atención, a pesar de su discreción y de su intento por pasar desapercibida. Blue velvet, cinco pétalos de “terciopelo azul” y un hermoso corazón de alcachofa que recuerda vagamente al “nomeolvides” de las montañas. Además de ser mucho más grandes y llamativas, estas flores azules no tienen el corazón amarillo del nomeolvides, aunque coinciden en que sus hojitas verdes también son especialmente peludas. Me encontré casualmente con esta postal de primavera paseando, en la mañana soleada de ayer, por delante de la puerta de la estación de Pitis, un barrio en construcción en plena vaguada del arroyo del Fresno. Todavía no crecen las grúas, será cosa de la crisis, pero el terreno ya está urbanizado tras el desmontaje de los asentamientos y poblados chabolistas, donde el trapicheo de droga era el pan de cada día. El problema de fondo no desaparece si no que se traslada a otro lugar menos visible, menos mediático. El resultado final me recuerda, salvando las distancias, al “It’s raining” de Mariluz (y digo salvando las distancias porque ella es toda una artista y no está nada mal aprender de los artistas). Puedo asegurar que no fue a propósito pues las imágenes surgen, independientes, en el momento más inesperado, a pesar de las evidentes coincidencias. Sólo hay que estar ahí y saber mirar, que no es poco y que no es nada fácil. En cualquier caso, espero que no te parezca mal este asalto, conocido técnicamente como “benchmarking” o el copiar de los mejores.

domingo, 3 de mayo de 2009

La amapola y su sombra

Me encanta viajar en tren. Hoy estuve en Segovia, por visitar a la familia. Dos horas leyendo tranquilamente, un viaje pausado, sin ningún tipo de agobios o estrés. A la entrada de la estación encuentro numerosas flores amarillas y azules, aparte de una colonia de golondrinas y las amapolas que colorean los campos. Realmente no se si se trata de golondrinas, aviones o vencejos… Al final la imagen seleccionada aparece de repente, como si de una pintura japonesa se tratase.

sábado, 2 de mayo de 2009

Cancho de los Muertos

Hoy estuve paseando por la Pedriza, todo un placer a pesar de la cantidad de coches en el aparcamiento. Sin embargo, una vez que te pones a caminar, no encuentras prácticamente a nadie en toda la mañana. El día fantástico y el recorrido impresionante, hay tantas alternativas y posibilidades que a veces no se bien adonde dirigir mis pasos. Esta vez tenía un objetivo bien concreto, la subida a la pared de Santillana por las Buitreras. Aunque parezca mentira, se puede llegar a lo más alto prácticamente caminando. Desde allí arriba se contempla un panorama espectacular. Imagina…

viernes, 1 de mayo de 2009

Altos del Jarralón

Millones de luces aparecen al atardecer, poquito a poco, mientras el sol se va apagando y se oculta tras las montañas. Entonces todo se vuelve rosa y destacan las montañas azules al fondo del horizonte (siempre dije que las montañas son azules); en este caso se trata de la imagen de los altos del Jarralón desde la privilegiada atalaya de mi terraza. Como está orientada al oeste, cada día puedo observar el lugar por donde se acuesta el sol; al cabo del tiempo acabas controlando sus ciclos, directamente relacionados con el ritmo de las estaciones, y puedes adivinar el lugar exacto por donde se esconde, más hacia el norte en verano, un poquito más al sur en invierno, como si buscando el calor se fuera de vacaciones…