lunes, 31 de marzo de 2008

Graellsia isabelae

“Parecía humo sin embargo…” se trataba de una graellsia isabelae, mariposa endémica de los pinares del Guadarrama (“la sierra gris y blanca, la sierra de mis tardes madrileñas que yo veía en el azul pintada” que tan bien describía Machado en uno de sus poemas), dedicada por el doctor don Mariano de la Paz Graells, en el año 1849, al augusto nombre de S. M. la Reina Doña Isabel II. Este magnífico ejemplar de la familia saturnidae (captado en el escaparte de una tienda de Cercedilla) es fácil de identificar gracias a su variado colorido, a sus amplias alas anteriores y a los apéndices caudales de las posteriores, más acentuados en el caso de los machos, además del característico ocelo discocelular en cada una de sus cuatro alas. Nunca he visto una graellsia de verdad (como tampoco había visto hasta hace bien poco un “diente de perro”). Por cierto, Joaquín Sorolla es uno de los ilustres personajes que reposan en el cementerio de esta bonita localidad serrana.
En otro orden de cosas, investigadores norteamericanos descubren que la drosofila, la famosa mosca de la fruta, puede ayudar en el tratamiento de los enfermos de Parkinson, al detectar genes clave de la memoria que pueden ser aislados y sometidos a diferentes pruebas mediante la manipulación de niveles de ciertos compuestos asociados con los circuitos cerebrales. Los resultados del estudio pueden resultar beneficiosos tanto para pacientes con enfermedad de Parkinson como en futuras investigaciones para el tratamiento de la depresión.
Nos vuelven a cambiar la hora, alterando biorritmos de humanos y animales; por lo visto los niños y las vacas son algunos de los seres más sensibles en este sentido. Es imposible alterar el ritmo de la naturaleza, consiguiendo únicamente confundir a los pobres humanos trabajadores.

- I have to go. I have a meeting.
- Bye, Mike. It was nice to have met you.
- It was nice meeting you, too. Take it easy.
- I hope we see each other again soon.
- Me, too. Bye!

De nuevo la música: “en cada canción que escribo corazón eres tú el acento”.

domingo, 30 de marzo de 2008

La Bola del Mundo

Una ventana al mundo exterior. Claro, así sin saberlo, podría tratarse del faro del fin del mundo de Julio Verne (¿el de la Mola en los acantilados del Pilar en Formentera?) o de cualquier otro lugar fantástico y enigmático pero, aunque parezca mentira, se trata de esa pequeña lucecita que puedo ver desde casa, allá muy arriba en la montaña, y que cuando te encuentras a su lado se percibe como un coleóptero gigante, que no resulta ser más que un conjunto de antenas extraterrestres y amenazadoras: las antenas del repetidor de la Bola del Mundo en el Alto de las Guaramillas. Curioso, pues también se divisan sin dificultad desde el lado segoviano, sobre todo por la noche, como una intensa estrella roja en lo alto de la montaña. El cielo amenazador no pasó de eso, de una pequeña amenaza sin mayores consecuencias, pues el tiempo resultó ser espléndido a lo largo de toda la jornada.
¿Paisajes que nunca llegaremos a pisar? No estoy de acuerdo, nunca podemos hablar de paisajes que no llegaremos a pisar, nunca sabemos lo que realmente somos capaces de hacer, y menos aún, de lo que nos deparará el destino. El Fito no quiere auroras ni estrellas errantes, se contenta con mirar unos ojos del color de la cocacola; la mayor parte de las veces poco más necesitamos para ser felices. Resulta que en este mundo en el que vivimos, apenas nos damos cuenta de nada y dejamos pasar el tiempo sin sentido. Un buen consejo que recojo casualmente en el “japonés” de la esquina, de ese tipo de consejos que nadie te da pero que no debemos desdeñar: “Be a generous friend and a fair enemy”. Habrá que intentarlo, ese es el secreto y la fuerza del futuro de cada cual (dentro de lo poco que cada uno puede influir en su propio destino). Sin embargo, sigo siendo un recalcitrante optimista.

sábado, 29 de marzo de 2008

Lirones y soneto

Después de pasar el todo el día caminado sobre la nieve vuelvo con el cuerpo cansado, con un ramito de lirones silvestres, y con el soneto de Luis Rosales, atrapado en su mirador, en la peñas que dominan Cercedilla

El pozo ciego

Bien se que la tristeza no es cristiana,
que ayer siempre es domingo y que te has ido,
ahora debo reunir cuanto he perdido,
nieve niña eras tú nieve temprana

jugando con el sol de la mañana,
nieve, Señor, y por la nieve herido
vuelve a sentir mi sangre su latido,
su pozo ciego de esperanza humana.

¿No era la voz del trigo mi locura?
Ya estoy solo, Señor, y ahora quisiera
ser de nieve también y amanecerte;

hombre de llanto y de tiniebla oscura
que espera su deshielo en primavera
y esta locura exacta de la muerte.

viernes, 28 de marzo de 2008

Cuidado con el gato

Apareció así de repente, en una esquina, desconfiado y sigiloso. Una oportunidad. Menos mal que en ese momento yo llevaba mi cámara preparada y pude cogerle a tiempo, no siempre es fácil atrapar una imagen tan nítida de un animal salvaje (y casi imposible si te propones conseguirla en un determinado momento). Hay que esperar que surja la oportunidad. Enseguida erizó todos los pelos de su cuerpo, poniéndose en guardia para afrontar cualquier inconveniencia o peligro que pudiera surgir, y escapó por un callejón, entre restos de basura y botellas vacías.
Yo nunca he tenido gato pero sé que, de natural, suelen ser bien desconfiados. Lo difícil es ponerles un nombre pues no vamos a llamarle “gato”, sin más. En el cole había un compañero al que llamábamos “el gato” (siempre con el artículo delante); era uno de los chavales más gamberros y menos aplicados de toda la clase pero, por lo visto, tenía una especial habilidad trepadora, como muy bien indica su apodo. Seguramente han pasado más de treinta años desde entonces, pero esos recuerdos son los que persisten en lo más profundo de la memoria.

jueves, 27 de marzo de 2008

Peña Redonda

Acaso un micro-relato no consista más que en una veintena de palabras, seguidas una tras otra, donde se cuenta una historia o un fragmento de vida. Asoma la primavera a través de los tiernos brotes de los ginkgos. Peña Redonda dominando el paisaje, ligeramente cubierta de nieve; iglesias y montañas, un paisaje de ensueño donde habita “el gigante del valle estrecho”. Vuelve el frío y yo lo siento por las flores del melocotonero, tan rosas y delicadas. Siempre me ha gustado oír nevar, una sensación especial.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Peña Almonga

¡No viaje al norte sin cadenas! La peña Almonga cubierta de nieve, vecina de la peña Redonda en la incierta frontera entre el llano y la montaña. Iglesias y montañas, una compleja y sutil combinación en un marco incomparable, rodeado de silencio y soledad. Quizá por eso me atraigan desde hace tanto tiempo las montañas. Esta vez no encontramos al gigante del valle Estrecho; habrá que volver a intentarlo, subiendo tranquilamente a la peña Redonda por los valles de su cara norte, disfrutando de sus bosques de hayas y robles, donde se esconde el lobo y el ciervo. Algunas músicas nos hacen pensar en Dios (eso dicen en el periódico del domingo pasado, sobre el milagro de la música de Bach); Castilla, la cuna de la soledad pero también la cuna de la cultura (a propósito de San Hipólito de Támara, una iglesia catedralicia en plena Tierra de Campos).
Dos frases de John Berger:
Deliciosos los vientos primaverales para los marineros que desean zarpar”;
¡Que nunca acaben estos días, que sean largos como siglos!
Una invitación al viaje, a partir lejos de aquí, a disfrutar con lo que tenemos… He disfrutado mucho tanto con Berger como con Fernández Mallo (y su “Proyecto Nocilla”), a pesar de tratarse de dos estilos completamente distintos.

martes, 25 de marzo de 2008

Ruesga

“Finde largo” de Semana Santa en Ruesga, muy cerquita de Cervera de Pisuerga; un par de excursiones por la montaña palentina. De Ruesga al valle de Tosande por el camino de las Calicatas, un camino que se dirige a la mina Landillero (antigua explotación de cobre actualmente abandonada). Desde el fondo del valle subimos un escalón que nos permite divisar la Peña Redonda, donde habita el gigante del valle Estrecho, y desde allí bajamos directamente a la majada de Tosande. Algunos narcisos de las nieves nos alegran la mañana. Realizamos la correspondiente visita a los tejos, agazapados en un bosque de hayas deshojadas. Algunos ciervos se ocultan raudos en la espesura. Caminando por el robledo encontramos las hermosas flores conocidas como dientes de perro, una muy agradable sorpresa. Por lo visto, junto con los crocus y los narcisos de las nieves, son las primeras en aparecer tras la retirada de las nieves.
Al día siguiente caminamos hasta la fuente de la Deshondonada, entre San Martín de los Herreros y Rebanal de Llantas. El río Rivera es un río bien breve, poco más de tres kilómetros desde su nacimiento en la fuente de la Deshondonada, hasta el embalse de Ruesga donde muere. El lobo ha atacado a una cierva y cuando comienza el festín es asustado por un trío de caminantes que nos explican, nerviosos, lo sucedido. Los buitres merodean atentos. Al fondo, de nuevo, Peña Redonda. Caminamos por un hayedo sobrecogedor hasta alcanzar el camino del Pozuco. Un ejemplar espectacular nos aguarda al borde del camino. Comienza a nevar; me gusta el silencio que acompaña la nevada. De nuevo pasamos junto a la cierva, cubierta ahora por un manto blanco a modo de mortaja. Una familia de caballos que se dan calor todos juntos. Al llegar al pueblo una bonita nevada ya tapiza los tejados. Por la mañana el pequeño cementerio del pueblo, aparece cubierto de nieve. Lástima tener que volver a las obligaciones laborales.

lunes, 24 de marzo de 2008

Diente de perro

“Las siete palabras de Cristo en la cruz” (de Haydn), obra estrenada el viernes santo del año 1786 en la capilla inferior de la Santa Cueva de Cádiz, con un toque ciertamente misterioso (“los muros y ventanas se cubrían con una tela negra y una única lámpara iluminaba la sagrada oscuridad”). La Semana Santa tiene que ver con el comienzo del año para las tribus nómadas del Antiguo Testamento. Coincide, a su vez, con el comienzo de la primavera, celebrando el primer día de luna llena tras el equinoccio de primavera!!!
Un poco tarde la crónica del viernes santo pero de nuevo en las montañas la conexión es imposible y no queda más remedio que modificar las actividades y costumbres habituales. Por fin encontré el “diente de perro” (erythronium dens-canis), una hermosa y delicada flor que crece en el sotobosque de melojares por encima de los mil metros. Continuaremos con la crónica montañera de los días pasados pero no podía evitar poner este bonito aperitivo…

jueves, 20 de marzo de 2008

Las plantas de mi jardín…

Una palmera que se llama Bianka, dos lilos de Persia, un manzano, dos melocotoneros, un olivo y un nogal, un membrillero del Japón, una morera negra, media docena de ginkgos, dos higueras que dan brevas rojas antes de que salgan los higos, un cedro (no sé si del Líbano o del Himalaya), dos olmos de Siberia (ulmus minor), tres granados enanos (punica granatum, variedad nana, descendientes de los que cuidaba la abuela en Torrevieja), un castaño de Indias del bosque de El Escorial, un almendro que apareció espontáneamente en una maceta, un zumaque de Virginia regalo del Miguelón, un cerezo, tres robles melojos (quercus pyrenaica) y un ficus variegata, sin contar los cactus y las plantas crasas de la parte africana, en la esquina más soleada del jardín. Antes también tenía algunos arces (con el arce real, el negundo y el hermoso arce palmeado japonés cuyas hojitas se ponían completamente rojas en otoño), un abeto rojo que se llamaba Hilario, un laurel, un acebo y algunas adelfas, pero en un determinado momento hubo que trasplantarlos cuando ya no podían crecer mucho más en sus macetas.

miércoles, 19 de marzo de 2008

San José

Hoy es mi santo pero nadie me ha felicitado y me da mucha rabia; mira que lo pone por algún sitio en este blog pero qué le vamos a hacer, parece que las cosas que se leen al poco se olvidan, salvo que pongamos una especial atención. Es algo evidente, pero muchas veces se obvia lo evidente. Una cosa parecida ocurre cuando me cortan el pelo y ese hecho, tan pequeño y anodino pero importante para mi mismo, pasa desapercibido para el resto de la humanidad. Me siento entonces como si nadie se fijara en mí, como si fuera transparente, como un ser pequeño e insignificante... Por cierto, también se llamaban José mis dos abuelos, dos tíos y dos de mis primos, así que el nombre arrastra una larga tradición familiar.
Escribo para cada persona individual, única e irrepetible, que me escucha al otro lado del hilo electrónico; escribo para ti pero también escribo para mí, que duda cabe, pues disfruto mucho con las pequeñas crónicas y reflexiones de cada día, con esta obligación auto impuesta que, evidentemente, me hace feliz (y que organiza un poco mi vida). También me relaja, me proporciona equilibrio interior, y modula mi estado mental. Aunque nadie se acuerde de mí, ni me felicite en el día de mi santo.

martes, 18 de marzo de 2008

Narciso de las nieves

En el cielo azul, con nubes aborregadas y las estelas de los aviones, aparece incluso la imagen de la luna en pleno día. Ni rastro de la nieve pero si de las primeras flores que aparecen tras fundirse ésta: el azafrán serrano y los narcisos de las nieves.
Pues este es el narciso de las nieves, nada que ver con el de los prados, salvo su intenso color amarillo. Crece en praderas alpinas, al abrigo de vientos y tempestades, y pone la primera nota de color en la seriedad del bosque primaveral. Un verdadero regalo de la naturaleza.

lunes, 17 de marzo de 2008

Narcisos silvestres

Lirones amarillos (conocidos vulgarmente como narcisos silvestres o de los prados) en el recorrido de la senda Herreros, por la cara sur de los Siete Picos. Un terreno sembrado de flores de azafrán (crocus carpetanus) y de pequeñas campanillas en las que hasta ahora no me había fijado, y que podría tratarse de narcisos de la nieve (narcissus bulbocodium), algo más pequeños y delicados que los narcisos silvestres (narcissus pseudonarcissus). Una vez fundida la nieve, el azafrán serrano y los narcisos de las nieves son las primeras flores que aparecen, junto a las simpáticas mariquitas, signos evidentes de que ya ha pasado lo peor del invierno. Las paredes caen a pico pero el recorrido, por la base del roquedo, es sumamente hermoso. Me abrazo fuerte a un pino viejo y enorme (que me transmite su energía). Una vez sobrepasados los riscos de la Cueva Lirón nos dirigimos a la fuente de los Acebos, en lo más profundo del cóncavo de Siete Picos. Un generoso chorro de agua fresca hace las delicias de los caminantes. Agua fría, pura, cantarina... Desde allí podríamos bajar directamente a Camorritos por el apeadero de Siete Picos o continuar hasta la pradera de Navarrulaque por el sendero de la Pata la Cabra, pero preferimos subir a Majalasna, el primero y más bajito de los Siete Picos y completar el recorrido por las crestas.
En la ladera norte los pinos nos muestran sus dos caras, como el dios Jano, en curioso contraste; la más amable al sur, verde y jugosa, la helada al norte con su escarcha blanca, como una luenga barba de anciano. Abrazarse a un árbol viejo, escuchar a los crocus y a los narcisos, poner una piedra más encima de los montoncitos que culminan la cumbre de las montañas...

domingo, 16 de marzo de 2008

Peña del Oso

El sábado a la Mujer Muerta y el domingo a los Siete Picos, ¡vaya finde montañero! Es que a veces necesitamos desconectar y ésta (junto con el mar) es para mi una de las mejores terapias. Destaca en la foto el vértice geodésico con el oso, en lo alto de la peña del mismo nombre, recortado contra el cielo azul con nubes de borregos. La peña del Oso se sitúa en el lugar más privilegiado del macizo de la Mujer Muerta, si bien la Pinareja tiene un metro más; en conjunto, insisto en calificar a la Mujer Muerta como la más bonita de las montañas segovianas (quizá al identificarla como el inequívoco paisaje de mis años segovianos). Al fondo los Siete Picos y más atrás todavía la cumbre de la Maliciosa, la más alpina de nuestras montañas.

sábado, 15 de marzo de 2008

El banco rojo

Con tantas cosas en la cabeza se me pasó por alto que ayer fue "viernes de dolores" (mañana, entonces, celebraremos el domingo de ramos). Un ciruelo silvestre en plena floración, la sierra del oeste, las manzanas de uno los más pequeños de mis sobrinos, ya casi un artista de los pinceles… Hoy intentaremos de nuevo la Mujer Muerta, si la climatología nos lo permite; veremos qué tal se nos da.

viernes, 14 de marzo de 2008

Manzanas

Dificultades informáticas me impiden poner al día mis crónicas diarias (exigencias de la tecnología pues no siempre funciona Internet como es debido). Una lástima porque no había fallado desde primeros de año, pero eso es lo menos importante.
En lo que sí estoy totalmente de acuerdo es en lo del amor como uno de los motores de la vida, si acaso (una vez cubiertos los mínimos básicos), el más importante de todos. ¡Todo es relativo! A veces cinco minutos se hacen un poco largos pero el tiempo es una cuestión subjetiva que se modifica según las expectativas, los estados de ánimo... El tiempo unas veces es muy corto y en otras ocasiones se nos hace excesivamente largo, ya lo explicaba Einstein en su “teoría de la relatividad”. En cualquier caso, a pesar de la relatividad de cualquier supuesto, siempre existe una escala de prioridades… Y no debemos olvidar nuestro objetivo final en la vida (asunto, evidentemente, muy personal para cada uno).

miércoles, 12 de marzo de 2008

Seis palabras

El otro día leía la propuesta de contar la propia vida en seis palabras y, como si de un reto se tratara, lo he intentado con mis mejores armas y con mis mejores intenciones. Y al final, lo más contundente que he podido conseguir para poder explicar tan brevemente mi existencia (y mediante esas únicas seis palabras) ha sido la hermosa frase que yo creo que me define bien y que resume los pasos que he ido dando desde que aparecí por este mundo, hace ya algunos años: “Yo nací un viernes de dolores”. ¡Extraordinario! En cambio, si lo que intentara fuera resumir la tuya, quizá me inclinaría por un “¡Wapa! ¿Cómo te trata la vida?“.

martes, 11 de marzo de 2008

La sierra del oeste

Hola Wapa, ¿cómo te trata la vida!? Y digo cómo te trata, en vez de cómo te va, porque entiendo que el ir es algo pasivo (bah!, bien) y el tratar, en cambio, tiene una mayor implicación (de quién en este caso, ¿de la propia vida?). No sé, me estoy liando pero me ha gustado mucho más la expresión con el verbo tratar, me parece mucho más cariñosa y cercana, y eso es lo que intento transmitir. Es que soy "un raro". Bueno, éstas son algunas de las absurdas disquisiciones que se me ocurren a lo largo de un intenso día de trabajo, con múltiples y variadas actividades para mantenerme entretenido (y algún receso para desvariar un poco). Así, cuando llegan las vacaciones, se las coge con mucha más intensidad. Es verdad que a veces necesito vacaciones de manera urgente, aunque en estos momentos mi nivel de cansancio/agobio se mantiene en un equilibrio estable y podría aguantar sin problemas pero ya tenemos aquí la semana santa y aunque solo podré disfrutar de los días festivos, volveremos a las montañas palentinas, todo un verdadero descubrimiento. Recordad que "yo nací un viernes de dolores y me bautizaron un domingo de ramos". Esta es una de las escasas fechas que siguen relacionadas con los ritos paganos, con la entrada de la primavera y con las actividades del campo: la semana santa se celebra durante la semana de la tercera luna desde el comienzo del año, por eso cada año es diferente, pudiendo variar casi hasta en un mes.

lunes, 10 de marzo de 2008

La cruz del Espigüete

Esta tarde estuve en un entierro. Una muerte brusca e inesperada, a pesar de tratarse de una persona mayor. Es verdad que la muerte se entiende mejor en estos casos que cuando ocurre en alguien más joven, con toda la vida por delante (-ley de vida-, comentan los más viejos); sin embargo nunca acabamos de acostumbrarnos a ella, a pesar de todo lo que ya llevamos sufrido. Algunos versos (Machado, Hernández), acompañados por la música solemne de la guitarra; “Volverás a mi huerto y a mi higuera:/por los altos andamios de las flores/pajareará tu alma colmenera/de angelicales ceras y labores./Volverás al arrullo de las rejas/de los enamorados labradores”.
Un hombre de campo, sin duda, con fuertes convicciones morales. Lo peor de todo, cuando se cierra la cortina y tras ella desaparecen recuerdos e historias de toda una vida; esperanzas, sufrimientos y alegrías. La cruz de la foto se encuentra en la cima del Espigüete, donde subimos el pasado verano.

domingo, 9 de marzo de 2008

La Cara del Indio

Nos quedamos con las ganas de subir a la Mujer Muerta pero las nubes nos hacen desistir de nuestro objetivo inicial. Mal tiempo, un día desapacible con viento y nubes en la montaña. Un frente nuboso entra por el noroeste, ocupando crestas y collados desde Abantos y las sierras más occidentales hasta la Fuenfría y Navacerrada. A lo lejos, contra el cielo gris, destaca un hermoso arco iris. Sustituimos nuestro objetivo inicial, las cumbres de la Pinareja y la peña del Oso, por un paseo por la Gran Cañada (al fondo la “Cara del Indio” y el “alcornoque del bandolero”). Algunas cabras nos vigilan curiosas y aprovechamos por airearnos y estirar las piernas. Al final evitamos la lluvia pues creo que ha sido el único sitio donde no han descargado las nubes.

sábado, 8 de marzo de 2008

Herrumbre

Jornada de reflexión (aunque no sé qué vamos a reflexionar con la que está cayendo). Quizá una forma de pararnos a pensar, de detenernos un momento y contemplar la herrumbre que deja, a nuestro paso, el transcurso del tiempo y las inclemencias de las diferentes estaciones por las que transitamos… Es el color y la textura de las cosas viejas, el orín, las marcas del sufrimiento. Por muy fuerte que sea el hierro, la vida le va minando poco a poco, con sus zarpas y ponzoñas, hasta llegar a transformarlo en puro polvo mineral (aunque en nuestro caso cabe la esperanza de acabar transformados en polvo enamorado). Así, al menos, para algo habrá servido nuestra loca existencia…

viernes, 7 de marzo de 2008

Poetas

“Quise mirar el mundo con tus ojos/ilusionados, nuevos,/verdes en su fondo/como la primavera”, escribía Ángel González. El poeta ya no está entre nosotros pero nos queda su voz y sus palabras. Los poetas son una categoría humana superior, capaces de decir en pocas palabras lo que la mayoría nunca llegará a poder expresar. “Recuerda mis palabras. Tal vez yo vuelva. Te amo. Abandono lo material”, WW en “Hojas de hierba”. Seres extraños, incomprendidos, en un mundo donde nadie los entiende.

jueves, 6 de marzo de 2008

Venta Marcelino

La clásica “Venta Marcelino” en el puerto de los Cotos, el cierre del valle del Lozoya, entre las Cabezas de Hierro por un lado y el macizo de Peñalara por el otro. El valle del Lozoya es un valle largo, orientado al este y rodeado por altas montañas, con una media de dos mil metros de altitud. En primer plano el escudo del “Peñalara”, un club ya casi centenario, pionero de las actividades montañeras en la zona centro y germen de otros muchos clubes de montaña en toda nuestra geografía. Aquello de entonces sí debía ser meritorio; hoy en cambio, aunque vivamos en la capital, gracias a los modernos medios de transporte podemos decir sin temor a equivocarnos que nos encontramos a pie de monte. A pesar de que algunos sigan manteniendo que ¡cien años no son nada! La luz es lo más importante (junto con la soledad y el silencio, necesarias para recargarnos de energía). No es por placer, es por pura necesidad.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Una sombra

No soy más que una sombra en la montaña, silencioso como el indio sigiloso deslizándose en la nieve, apenas un susurro como los arroyuelos cantarines antes de convertirse en verdaderos arroyos. ¡Montañeando! El graznido del cuervo turba la calma; avisos de la naturaleza ante la presencia de un ser humano. Una pareja de buitres planeando a placer… A veces, como si fuera un ser de otro planeta, investigando en territorios vírgenes y desconocidos. En fin, todo por descubrir.

martes, 4 de marzo de 2008

Crocus

Dicen que vuelve el frío (algo de lo que ya no nos acordamos) y que incluso podría nevar en cotas bajas a causa de una borrasca de origen polar. Sin embargo el verdadero frío invernal no ha hecho acto de presencia a lo largo de todo este año de tan extraña climatología. Una vez que los brotes aparecen en las plantas, y que los frutales se han cubierto de flores, el soplo siberiano, como si de un zarpazo de lobo se tratara, se presenta justo en el peor momento. Esta tarde compro algunas hermosas flores que llenan la casa de alegría; a pesar de su efímera belleza se trata de flores domesticadas, nada que ver con el magnífico crocus que aparece aquí retratado. Hoy vuelve a jugar el Barça, esta vez en la Champions, y esperemos que con mejor suerte que el sábado pasado.

lunes, 3 de marzo de 2008

La Cuerda Larga


Panorámica de Cuerda Larga desde el collado de Peña Citores; apenas hay nieve, ya se nota, salvo las cumbres de la Bola, el cerro de Valdemartín y las Cabezas de Hierro; las pistas de Valdesquí, evidentemente, aparecen tapizadas por el trabajo desenfrenado de sus cañones artificiales pero a pesar de todo, con este sol y el adelanto de la primavera, poco ya se puede conseguir. Aquí, en cambio, en Peña Citores, el piso está limpio, y eso que nos encontramos por encima de los dos mil metros de altitud (la foto es del sábado pasado pero me pareció tan bonita que no me resisto a dejarla en el cajón de los olvidos). También se ve limpia la loma del Noruego, la estribación que desde el puerto de los Cotos asciende directamente al Alto de las Guarramillas, coronado por las antenas de televisión cuán coleópteros gigantes. Precioso el cielo, como si lo hubieran pintado. Por cierto, el noruego aludido realmente se llamaba Binger Sörensen, y es uno de los pioneros del Guadarrama e introductor del esquí en nuestra sierra, allá por los primeros años del siglo XX.

domingo, 2 de marzo de 2008

Peñas del Arcipreste

Ayer perdió el Barça en el Calderón (vaya, para una vez que voy al campo le meten un 4-2!!!) pero al menos hicieron algunos goles y el partido estuvo bien entretenido, así que esta mañana me levanté temprano y me fui a caminar hasta las Peñas del Arcipreste, muy cerca del puerto del León, de nuevo con un impresionante cielo azul y un sol brillante y hermoso. Crocus por todas partes, una hermosa flor montañera, y el piar de los pajarillos que me acompañaban en mi paseo por el bosque. Las peñas del Arcipreste constituyen una curiosa formación con sus enormes bloques en un increíble “equilibrio estable”, como fácilmente se puede apreciar en la foto (un camello, un caballero, un dragón o la torre de un castillo…, cada cual podrá ver allí lo que quiera).

sábado, 1 de marzo de 2008

Peñalara

Peñalara, la más alta de las montañas del Guadarrama (2.428 metros de altitud), en un día magnífico y soleado, con escasa nieve y un cielo increíble. Las Cabezas de Hierro apenas aparecen cubiertas de nieve, a pesar de la época del año en que nos encontramos. En primer término, el alto valle del Lozoya que se precipita bajo pinos y pedregales, y “los Tubos de Cabezas”, con sus verticales paredes, al fondo de la imagen. En verdad un año seco y escaso de precipitaciones. Subo por el bosque, silencio y soledad, hasta la peña Citores y la cumbre de Peñalara y bajo directamente al puerto de los Cotos por la loma de Dos Hermanas. Un rápido piscolabis en la Venta Marcelino antes de volver a casa. Y esta tarde al fútbol, que un Atleti-Barça no es un partido cualquiera.