Jornada de reflexión (aunque no sé qué vamos a reflexionar con la que está cayendo). Quizá una forma de pararnos a pensar, de detenernos un momento y contemplar la herrumbre que deja, a nuestro paso, el transcurso del tiempo y las inclemencias de las diferentes estaciones por las que transitamos… Es el color y la textura de las cosas viejas, el orín, las marcas del sufrimiento. Por muy fuerte que sea el hierro, la vida le va minando poco a poco, con sus zarpas y ponzoñas, hasta llegar a transformarlo en puro polvo mineral (aunque en nuestro caso cabe la esperanza de acabar transformados en polvo enamorado). Así, al menos, para algo habrá servido nuestra loca existencia…
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
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