Casa con dos puertas mala es de guardar. El día era gris pero me gustó el contraste de la piedra contra las puertas intensamente azules y el verde de las últimas lluvias. La situación en alto proporciona una majestuosidad impropia para una bodega o merendero de estas características. No faltó de nada, chuletas y choricillos con el fuego de sarmientos, tortilla de patata, ensalada, vino cosechero, el pan de pueblo y el orujo de Dueñas… aparte del magnífico gozua, el postre vasco de tres capas que trajeron los amigos: crema pastelera, bizcocho y nata montada.
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