Esta mañana, en un descuido, me compré un libro. Son cartas, escritas y no escritas, intercambiadas por una pareja. Él está en la cárcel, se llama Xavier. No están casados y por eso ella no puede ir a visitarle. Esta misma tarde he comenzado a leerlo. Me gusta porque es del tipo de libros que se pueden abrir por cualquier página y ponerte a leer sin ningún impedimento, un conjunto de hermosas palabras enlazadas que dicen cosas bonitas. Su autor es poco conocido pero sin duda se trata de uno de los grandes. Uno de sus párrafos:
“Por la ventana, a lo lejos, más allá de la casa de Dimitri, veo un perro. Va caminando despacio y husmeando la tierra. Igual que yo, busca algo y no sabe qué. Digamos que está buscando una sorpresa, atentamente, poniendo los cinco sentidos. Y yo busco palabras para contarte cómo estoy contigo”.
También tengo pendiente un hombre afortunado, “una lúcida meditación sobre el valor que le asignamos a una vida humana y sobre cuál es el verdadero rostro de la medicina”.
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
4 comentarios:
Vaya! Literatura para meditar, tiene que estar bien ese libro de las cartas.
La lectura, mi otra gran pasión.
Y la foto, preciosa, con muy poco, dice mucho.
Un saludo!
Parece interesante el libro. La verdad es que leer es una placer inmenso... Otros, con más arte, consiguen poner en palabras nuestros propios pensamientos.
Bonito juego el de poner esa foto para hablar de libros.
Quien no conozca el lugar no entenderá la conexión entre la foto de un cartel de un pequeñito estudio de musica y los libros pero se encuentran dentro de esa foto..
Un libro precioso que os recomiendo junto con el del viaje de la cigüeña que alguna vez he citado (de Martín Garzo). Y sí, cierto lo del pueblo de libros reflejado a través de una foto centrada en la música... Es que las artes se buscan y de vez en cuando se encuentran. Gracias por pasar y por dejar vuestras palabras. Saludos,
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