sábado, 2 de febrero de 2008

Zona cero

Una señal ambigua y confusa (como todas las señales o designios provenientes del más allá). Algo que muchas veces se hace a propósito, pues es bien conocido que los tiburones medran en el caos, la mayor entropía posible (“bienvenidos al reino de la entropía”, decía siempre JI al abrir la puerta de su apartamento-leonera; también él, a su manera, era un revolucionario). Por lo que puedo llegar a comprender, la señal de la zona cero debe indicar una prohibición total, tanto del aparcamiento como de la circulación por un amplio perímetro del casco viejo. Y digo “zona cero” aunque también podría decir “zona o”, ¡vaya usted a saber! Difícil la diferenciación del altivo 0 de la o, más redonda y femenina. Callejuelas empinadas cubiertas de adoquines (“debajo de los adoquines está la playa” pintaban en las paredes los revolucionarios franceses del mayo del 68). El caldo de cultivo (pintadas, humedades y suciedad) en la zona más deteriorada de la ciudad.

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