Un día caluroso y cargado de nubes. A media tarde se monta la tormenta y las cortinas de agua son visibles en algunos tramos del cielo. La humedad asciende desde los pinos que cubren las montañas, creando una atmósfera irreal. Una imagen dinámica merced a las acrobacias de los pájaros enloquecidos por la meteorología. Se palpa la electricidad ambiental. El contraste de la sierra con el tejado rojizo, las hojas verdes de los castaños y la torre semi derruida del antiguo palacio real, acaba de proporcionar el toque que contribuye a crear uno de los momentos fantasmagóricos y especiales que se viven en la montaña…
Es preciso estar ahí, captar el brillo del instante, disfrutar de los escasos minutos antes de que desaparezca la magia.
Al fondo los Siete Picos desde la vertiente segoviana. Cierto que solo se distinguen seis pues Majalasna, el primero y el situado más a la derecha de la imagen, queda oculto por sus hermanos al ser el más bajito de todos. Entre las nubes aparecen retazos de cielo azul.
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
4 comentarios:
Impresionantes paisajes. Transmiten tranquilidad y a la vez grandeza.
La montaña es para mi algo especial e intento reflejar, lo mejor que puedo, los sentimientos que me provoca. Me alegro que estemos en sintonía. Cordiales saludos,
Bonitos contrastes.
¿donde se encuentran esas ruinas?
Ya sabes que uno es amante de ver este tipo de lugares, creo que tienen una magia especial.
Hola frajam, se trata de las ruinas del antiguo palacio real de Valsaín, un palacio anterior al de La Granja, incendiado y echado a perder. Posteriormente se construyó La Granja pero las ruinas se conservan de manera simbólica frente a la cara norte de los Siete Picos. Cordiales saludos,
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