Desde lejos no se aprecia más que un puntito de luz roja en las noches claras, bien desde Madrid o desde Segovia pues se encuentra prácticamente a medio camino de ambas ciudades castellanas. La montaña, con el conjunto de construcciones que colonizan la cumbre, es conocida coloquialmente como la Bola del Mundo aunque su verdadero nombre es el alto de las Guarramillas y supera con creces los 2.200 metros de altitud. Una vez al lado de las estratosféricas antenas, tengo la impresión de encontrarme junto a los miembros de un coleóptero gigante, asentado en lo más alto del monte. Las figuras humanas, en comparación, no son más que insignificantes puntitos como los que aparecen a la izquierda de la imagen.
3 comentarios:
La verdad es que impresiona, sí. Has hecho muy bien en incluir las personas para tomar referencias.
Aunque no haya musgo, también me gusta :)
Saludos!
Si que debe desentonar eso en medio de la naturaleza. Cabo Cañaveral a la española.
Sí, un sitio impresionante cuando estás debajo. Es difícil darse cuenta de sus verdaderas proporciones a pesar de su gigantesco tamaño. Ocupan uno de los lugares principales de nuestra sierra. Sopla el viento de tal manera que ni musgo, ni árboles, ni nada de nada. Cordiales saludos,
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