lunes, 7 de enero de 2008

Um dia ponho a mochila às costas...

Um dia ponho a mochila às costas e vou conhecer o mundo. El Porto "nebuloso y distante" de Miguel Torga y el "de refugiarme en la tarde, de arroparme en silencio" de Eugenio de Andrade.
"Con todo, entrar en la iglesia del Carmen en este día de invierno, fue para el viajero una experiencia que no olvidará. A la izquierda según se entra, en una capilla honda, está el Señor do Bom Sucesso, bajo una apoteosis de luces, muchas de cera de velas, fortísimas lámparas, innumerables retratos de beneficiarios de mercedes, ceras varias en cirio, cabeza, mano, pie, como si aquí estuviera ardiendo una violenta hoguera de luz blanca, en brasas", de José Saramago en su "Viaje a Portugal".
Ya no están los retratos en la iglesia del Carmen pero sí permanece el Señor do Bom Sucesso. Porto, con sus barrios descuidados, sus cuestas y su río oscuro y profundo, con las casas de colores, los azulejos y la ropa tendida, es la esencia de Portugal. Un mujer madura que ha perdido la belleza pero que aún conserva el recuerdo de sus mejores años. Si se me permite, y después de todo lo leído, yo diría que Porto es reina y Lisboa princesa, aunque ante tan doctas reflexiones, no sé incluso si atreverme a opinar...
A partir de enero comienzan a crecer las mañanas.

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