martes, 8 de enero de 2008

Um dia encho-te...

Um dia encho-te o quarto de flores. "Todo el mundo sabe que en Oporto, entre la catedral y la Ribeira, las casas se apoyan unas en otras como los acróbatas de un circo"; de nuevo Eugenio de Andrade en "La ciudad de Garrett".
Todo el día llueve sin descanso, una lluvia fina y menuda, una lluvia cargada de melancolía... Librería "Lello", la más bonita del mundo (encuentro un hermoso libro de Agustina Bessa-Luís, admirable cronista de la ciudad), con su fachada neogótica, la madera de sus techos y su espectacular escalera de caracol (prestando un poco de atención, el portugués se lee fácilmente), y la cripta de San Francisco, el segundo gran descubrimiento del día, con el mausoléo más triste del mundo; humedades, desconchones y un inmenso osario invadido por una terrible sensación de soledad. Es como un cementerio bajo tierra. Necesito volver al aire fresco y húmedo de la ciudad. Algunas botellas de vino de Oporto en la rua das Flores, famosa por sus librerías y joyerías, aunque no sean éstos sus mejores tiempos. Me gustan las ostras porque saben intensamente a mar.

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