De nuevo Segovia con la montaña nevada como telón de fondo (es el macizo de Peñalara con la cumbre más alta de toda la cordillera central, aunque yo siempre consideré la Mujer Muerta como la montaña más genuina y emblemática de la ciudad).
Uno de los arcos del bi-milenario acueducto encuadra la foto a modo de “postal-portal” (realmente un marco de lujo). Dominan los azules, colores fríos como el ambiente que nos rodea y como el cielo castellano.
En la tartera, en el límite incierto entre la nieve y los pinos, se sitúa el chozo Aranguez. Desde sus mil novecientos metros de altitud domina toda la llanura castellana.
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
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