En la vertiente norte de Picos, entre Arenas y Carreña.
Algunos petirrojos curiosos, la carretera peligrosa y un momento de relax, una vez que se abre el cielo para vislumbrar a lo lejos la cumbre de las montañas.
Los azules del cielo y la nieve impiden apreciar el dorado de la caliza.
Enseguida se echa la tarde, el cielo se cubre de nubes, y vuelve a nevar despacio, como sin darnos cuenta…
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
2 comentarios:
Estimado Jg Barber: Te sigo leyendo todas las mañanas, muy tempranito, diasfrutando de la belleza de tus fotos y de tus palabras. Gracias.
Espero que salga el comentario, últimamente he enviado algunos y no salen.
Muchas gracias, claro que me llegan tus mensajes salvo que el anterior se refiere a la entrada del 8 diciembre 2007, pero se agradece el detalle. Besos
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