Un instante en Segovia, la iglesia de San Andrés y la fuente de la plaza de la Merced tomada por las palomas, revuelos y trompicones tras el susto que, sin querer, provoca mi presencia. En apenas un suspiro consigo detener el vuelo de las palomas, al mismo tiempo que se paraliza el agua del surtidor en contra de las fuerzas de la gravedad. Dos momentos alados, el mágico poder de fijar la luz en un instante, la posibilidad de proezas inimaginables…
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
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