Parece mentira el poder y la atracción de una ventana; constituye sin lugar a dudas una constante y absoluta fuente de inspiración, mucho mejor que la televisión e incluso que el periódico. A pesar de los sesenta kilómetros que nos separan, las montañas siempre están ahí. Cada día es diferente (cada vez más hermoso), descubriendo aspectos nuevos que previamente pasan desapercibidos, pudiendo imaginar lo que cada uno desee. Los cielos de colores enmarcan la silueta de la sierra, identificando en este caso los Siete Picos, el Montón de Trigo, cerro del Águila, la Peñota...
2 comentarios:
FANTASTICO!!!!!!!!!
Gracias, se hace lo que se puede
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