Desde casa puedo ver la Maliciosa y los Siete Picos, azules sin duda, como todas las montañas. No me cansaré de repetir que la Maliciosa es la más alpina de nuestras montañas. A su derecha las antenas de televisión, visibles sobre todo por la noche gracias a sus lucecitas rojas, y a la izquierda el Peñotillo, también por encima de los dos mil metros. Los Siete Picos, salvo Majalasna, son perfectamente identificables; a su izquierda destaca el Montón de Trigo. Lástima el bloque que me tapa el pico de Abantos, por encima de El Escorial; al otro lado si que puedo seguir todo el cordal, por encima de las azoteas, hasta el pico de la Almenara. La vida es como las montañas, está llena de altibajos, destacando algunos momentos hermosos y otros con enormes dificultades. Y todo esto hay que tomarlo de la mejor manera posible pues no existen otras opciones ni alternativas. O se toma o se deja, pero hay que ser muy valiente para elegir esta última posibilidad.
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
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