Navidad en Madrid con sus luces y luminosos.
Adornos por doquier que recuerdan las fiestas, brillando intensamente en la noche, y que durante el día se apagan perdiendo la mayor parte de su interés.
Momentos grises en los que planean sobre la ciudad como platillos volantes venidos del más allá.
Aparecen en los lugares más inverosímiles –este ejemplo espectacular domina la plaza mayor– pero sin embargo, en cualquier momento, se les puede sacar partido pues todo tiene su lado bueno (el ying y el yang).
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
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