A veces sueño de noche y otras veces sueño de día. Múltiples motivos para estar contento y algunos sueños que permiten imaginar un mundo mejor, sin tener que darle una mayor importancia: contemplar las estrellas, ver crecer mis plantas, disfrutar de las salidas a la montaña, retirarme al campo, comprar una casa o escribir un libro…
La importancia de las cosas sencillas. En todo este ir y venir, la lectura, la huerta o el cuidado de los árboles del jardín, actividades que siempre me parecieron estar investidas de un mágico carácter, sobre todo el hermoso misterio de la huerta. La posibilidad de montar una librería, más que un sueño sería una onírica ficción porque creo que nunca pondré todas mis energías en ello.
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario