Kyoto es un poema visual con pequeños rincones, tempos y santuarios, secretos por descubrir, detalles insignificantes que cobran sentido una vez encajados en el conjunto de la espiritualidad oriental. Pinos y ginkgos, jardines de piedras y un arte tan minucioso como particular.
2 comentarios:
Le has dado un tratamiento pictorico hermoso. Preciosa y sugerente imagen.
Gracias Jaol, intentaba sugerir las formas y motivos de los espectaculares grabados japoneses. Me alegro que te haya gustado. Saludos,
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