Reflejos en blanco y negro, pinos nevados, curioso contraste entre la pequeña calita, que en estos momentos en absoluto invita al baño, y el espejo oscuro que forma la superficie del agua. Un espacio mate y helado separa el líquido elemento de la sólida tierra. Imágenes difuminadas producidas por la combinación de la luz del sol y la tranquilidad de las aguas. Cierro los ojos, imagino la misma escena en verano, con el cielo azul y los pinos verdes. Me invade una enorme sensación de calma y tranquilidad, el poder de sentir las emociones a flor de piel.
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
2 comentarios:
Fantástico de nuevo el reflejo y el aspecto del agua, con esas ligeras ondas.
Muy bonita.
Saludos!
Gracias, es que los paseos invernales dan mucho juego (y más si sale el sol). Saludos,
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