Soledad y abandono, el brillo dorado y pajizo del sol de mediodía, el reflejo de la piedra borrosa en primer plano y la ausencia de vida y movimiento, ese algo que marcan las piedras antiguas y que las hace más hermosas y más cercanas. Líneas sencillas y puras, como la vida misma. Seguro que con menos se puede vivir mejor…
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
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