Primeras luces de la ciudad. El cielo rosa y los tonos metálicos, con las torres KIO de la plaza de Castilla y el inconfundible “oso verde” de cajamadrid, aprovechando de nuevo el sinfín de posibilidades que ofrece mi balcón. Decía mi abuelo que al norte de Cuatro Caminos no había más que algunos chatarreros, aparte de la Venta del Negro en las inmediaciones de la plaza de Castilla. Claro que esto lo decía hace muchos años (nació a principios del siglo pasado, qué tiempos aquellos); si en estos momentos pudiera levantar la cabeza, no podría daría crédito al empujón sufrido por la ciudad. En primer plano un moderno edificio, acero y cristal, que alberga oficinas y despachos, y que a lo largo del día modifica sus tonos y coloraciones.
2 comentarios:
Fotaza! Cada día mejores, qué envidia!
Qué alegría encontrarte por aquí!!! Gracias por los piropos, no hay más que ponerse a hacer fotos y algunas salen buenas. Besos
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