lunes, 21 de junio de 2010

Un día en el Curavacas

Curavacas por la mañana y por la tarde, siete horas de diferencia entre ambas imágenes, los dorados de la mañana y el azul de media tarde, sensaciones diferentes en una misma montaña. Un día intenso y lleno de emociones. La montaña no acaba cuando subes a la cumbre sino una vez que vuelves a casa, contento y satisfecho.

6 comentarios:

www.mcarmenfaura.blogspot.com dijo...

la montaña es preciosa. Y las fotos, igualmente.
A mi me encanta subir a las montañas y desde lo alto, me siento la reina del mundo, jejej

Mª Angeles B. dijo...

da igual como la muestres, tiene mucha belleza para poder decidirme por una de las dos,
Me quedo con las dos.

Besos

CARLOS dijo...

una maravilla de montañas sin lugar a dudas..las fotos espectaculares..
salu2

Paco dijo...

Dos magnificas fotografías, de un mismo lugar. Como dices, para poder disfrutar plenamente de la montaña hay que volver, para poder contarlo. Es cuando realmente ha terminado la excursión.

Un saludo.

Begoña S.R. dijo...

Cualquier hora es buena para disfrutar de la montaña.

Besos.

CARLOS dijo...

Buenas fotos, ya tengo ganas de hacer montaña en esa zona palentina. Saludos.