Esta mañana en el Golobar

Una imagen invernal para comenzar bien el año. Salimos lloviendo y según cogemos altura comienza a nevar copiosamente. La pista está cortada por la nieve y caminamos hasta las ruinas del Golobar. La ventisca impedía disfrutar de las vistas pero a pesar de todo un buen paseo hasta el collado del Sestil –las condiciones meteorológicas desaconsejaban continuar hasta el Valdecebollas– por lo que volvemos al refugio y descendemos hasta Brañosera a través de un precioso bosque de hayas y acebos, caminando junto al río. Espectacular el contraste entre la nieve y las hojas secas de las hayas pero esta imagen de las enormes piedras contra las ruinas del refugio abandonado me llamaron poderosamente la atención. El caso es salir y disfrutar.