En la sierra de Guadarrama es posible encontrar cráneos de caballo así como otros muchos restos óseos pulidos por buitres y alimañas diversas, pues en toda la zona abundan los animales silvestres, siendo numerosos los caballos y vacas que pastan en libertad.
En esta ocasión el cráneo equino sirve como austera decoración en el pequeño Chozo Aranguez, una cabaña de piedra estratégicamente situada al pie del pico Peñalara, una vez que ascendemos las montañas cubiertas de pinos que ocupan la ladera norte del macizo. Desde su pequeño ventanuco se distingue perfectamente la ciudad de Segovia y la inabarcable amplitud de la meseta norte; además cuenta con una confortable chimenea, indispensable en la época invernal, y un entarimado donde poder acostarse y dormir a pierna suelta. Al oeste se distingue el cordal de la Mujer Muerta.
A veces, desde Cotos o el puerto de Navacerrada, tengo la agradable sensación de encontrarme frente a un mar de pinos que se extiende hasta las inmediaciones de la llanura castellana. Entonces, incluso los árboles acaban moviéndose al compás del poderoso oleaje marcado por el viento que baja de las cimas, pues el verdadero mar queda tan lejos de estas montañas que la imaginación nos engaña y transforma nuestros deseos en ilusiones.
977 - Los caracoles de Fibonacci
Hace 10 meses
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