Un pueblecito en el corazón de la montaña, rodeado de fantásticos desniveles cubiertos de bosques de hayas, a mi parecer el bosque más hermoso que pueda existir. Tranquilidad, sosiego y reposo en un entorno paradisíaco. Después de unos días subiendo y bajando montañas, poco más se puede pedir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario