lunes, 5 de noviembre de 2012

El silo de Vailima


Contra el cielo cubierto de nubes destaca el silo oxidado iluminado por un repentino rayo de sol. Justo el momento preciso pues la lluvia no para de caer a lo largo de toda la mañana y acabo bastante empapado tras mi paseo bicicletero. La lluvia y el sol hacen crecer las setas de cardo que recogemos para la cena así que daremos por buena la mojadura merced a la apetitosa colecta de setas. El agua de lluvia limpia las placas oxidadas del silo expresando toda la belleza de animal moribundo junto a una estación por la que cada vez pasan menos trenes. Ventajas y desventajas del progreso y de la situación actual de la crisis económica. En algún momento no muy lejano, también los trenes pasarán de largo.

3 comentarios:

d:D´ dijo...

Muy interesante ver a ese contenedor de harina gigante como si fuera un "transformer" oxidado, con nubes que refuerzan y añaden más tragedia al caso.
Excelente, incluso las palabras que añaden las notas necesarias para entender un poco más la situación, la comparación.
dl·JG d:D´

Carmen dijo...

Cuántas tardes pasé jugando allí dentro cuando era niña!

Abilio Estefanía dijo...

Hola Jose, Cantidad de silos abandonados a lo largo de Castilla, como testigos mudos de la gran recolección de grano.

Un abrazo