jueves, 27 de septiembre de 2012

Un palacio de cristal


Debe estar bastante bien tener un palacio para invitar a los amigos a merendar, para hacer una barbacoa y tomar unas copas en el jardín, para refrescarse con el agua de las fuentes y leer un rato en la magnífica escalinata de entrada. En este caso se trata de un palacio transparente, un palacio de cristal con sus cipreses calvos que viven con los pies en el agua sin acatarrarse ni estornudar. Yo me conformo con mucho menos pero soñar de vez en cuando es un bonito ejercicio que me gusta practicar. Así que estáis todos invitados a una visita virtual; no hace falta más que muchas ganas y un poquito de imaginación.

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