
Ya sabía yo que no hay gato de tres colores (todas son gatas) pero hoy me entero que las gatas tienen los ojos verdes. Mañana tengo la intención de salir a pasear por la montaña; en esta ocasión la atractiva imagen montañera es el Curavacas, dorado por la luz estival. En invierno, en cambio, destacan los azules y blancos.
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