jueves, 30 de julio de 2009
Prohibido usar el trípode
miércoles, 29 de julio de 2009
Cardo abrasado por el sol
martes, 28 de julio de 2009
El sol se acuesta
lunes, 27 de julio de 2009
Arce palmeado del Japón
domingo, 26 de julio de 2009
La alegría de la mariposa
sábado, 25 de julio de 2009
El bosque está seco
viernes, 24 de julio de 2009
Época de lluvias
jueves, 23 de julio de 2009
Contraluz en el estanque
miércoles, 22 de julio de 2009
La calma de los nenúfares
martes, 21 de julio de 2009
Lost in translation
lunes, 20 de julio de 2009
Naturaleza muerta
domingo, 19 de julio de 2009
Esencia de Japón
sábado, 18 de julio de 2009
Motorista con deportivas verdes
viernes, 17 de julio de 2009
Viernes noche
jueves, 16 de julio de 2009
Momento Ripley: un pequeño secreto
miércoles, 15 de julio de 2009
La noche es azul
martes, 14 de julio de 2009
Hotel Windsor
El Hotel Windsor es quizá uno de los hoteles más lujosos del mundo. El sol entre nubes daba mucho juego, junto con los reflejos de las estructuras de metal y la saturación de los tonos del cielo. Me encanta la estética Blade Runner conseguida.
lunes, 13 de julio de 2009
El mundo es redondo
domingo, 12 de julio de 2009
Volvemos a casa
Una hora y cuarto en tren desde Kyoto al aeropuerto internacional de Osaka Kansai, doce horas y media de avión hasta Paris (el avión aterriza a las cinco de la tarde hora local, que son las doce de la noche del reloj interno) y otro par de horas de Paris a Madrid. También hay que tener en cuenta las esperas en los aeropuertos y el trastorno originado por el cambio horario.
Me entretengo con “After dark” de Paul Auster (“Empecé a leer poesía, y a fumar, cuando me enamoré de Virginia Blaine”) y sus referencias a los “Cuentos de Tokio” de Yasujiro Ozu (1953). También viajo con Cees Nooteboom (“Lluvia roja”) que escribe sobre Menorca, los viajes y el paso por “Vailima”, la casa de Stevenson en Samoa, donde el famoso escritor era conocido como “Tusitala” o “contador de historias”. Señala Nooteboom que tal vez lo que buscamos en los viajes es desaparecer de los demás, aunque yo no lo tengo tan claro. Nunca acabamos de desaparecer pues estamos unidos a nuestro medio por poderosos hilos invisibles, lo suficientemente resistentes como para que nunca se acaben de romper. Sí es cierto que viajar es una forma de meditación. Viajar te hace ver las cosas con ojos diferentes. En este caso, el primer contacto con la vida japonesa y la sensibilidad oriental, supone un verdadero choque cultural, una introducción a la espiritualidad de los jardines de piedra y a los estanques de nenúfares, a las hileras de ginkgos y el arte gastronómico japonés, a pequeños signos como las flores secas, los árboles miniatura o la ceremonia del té. Una manera de buscar la paz y la belleza a través de los jardines zen. “El mundo sigue siendo infinitamente grande para quien viaja consigo mismo” dice Nooteboom.
sábado, 11 de julio de 2009
Jardines Zen
viernes, 10 de julio de 2009
La sonrisa de una geisha
jueves, 9 de julio de 2009
El Pabellón de Oro
miércoles, 8 de julio de 2009
Kyoto
martes, 7 de julio de 2009
Día de las estrellas
lunes, 6 de julio de 2009
Susukino by nigth
domingo, 5 de julio de 2009
Classic Haiku
“Haiku are short, brilliantly vivid poems containing visually complete descriptions of moments in a poet’s experience. In the space of their original 17 Japanese syllables, haiku express worlds of profound emotion and philosophical insight”.
“Classic Haiku, the greatest Japanese poetry from Basho, Buson, Issa, Shiki and their followers”, edited and introduced by Tom Lowenstein
sábado, 4 de julio de 2009
El canal de Otaru
¡Americanos! ¡Americanos! señala uno de ellos. Where are you from? I’m from Spain. From Spain? Really?
El turismo occidental es muy escaso en esta zona. Además del pescado fresco y los erizos, trabajan el vidrio y tienen fama sus cajitas de música de precios prohibitivos.
viernes, 3 de julio de 2009
En la península de Sakotam
jueves, 2 de julio de 2009
Ohayo gozaimasu
Buenos días (ohayo gozaimasu). La gastronomía es todo un arte en este país: comenzando por el oshibori (la toallita húmeda que se ofrece antes de las comidas) y los palillos (hashi) colocados a la izquierda sobre el hashioki. Los platos han de llevar tres colores y una perfecta composición. Se comienza con un itadakimasu (recibo estos alimentos) y se acaba con un gochisosama deshita (fue un festín) mientras se da buena cuenta del o'sushi o el o'sashimi, la tempura y el o'misoshiru o sopa de miso. La "o" que precede a estas palabras muestra el signo de respeto hacia ellas. Una vez satisfecho, los boles aparecen vacíos tras cumplir su misión. Nunca se acaba de aprender.