
Domingo en casa recordando la pradera de Majalasna y los narcisos silvestres que crecen en las profundidades más recónditas de la senda Herreros, junto a la fuente de los acebos. Como un anuncio de primavera, en cualquier prado con un poco de humedad es fácil encontrar montones de narcisos silvestres en parejas, en tríos o en cualquier otra combinación que podamos imaginar. Estas florecillas, junto con los alegres crocucs, son las primeras que hace su aparición una vez que la nieve se va retirando de las cotas más altas. Un valioso indicador del cambio de estación. Yo también he plantado algunos bulbos en el balcón; primero aparecen las hojas, como por arte de magia, indicando que todo marcha correctamente. En uno de los maceteros espero nazarenos azules (muscari armeniacum), en el otro crocus amarillos pero me temo todavía tendré que esperar un tiempo.
7 comentarios:
¡Anda! Los narcisos silvestres de mi pradera! Qué bonitos son, ¿verdad? Y cuanto alegran el campo.
Preciosos, así de cerca en tu foto. Pronto podrás fotografiar los de tu balcón. Un beso!
Que ganas de Primavera!!!... por aquí "arriba" se está haciendo de rogar la jodía... Gracias por alegar estos días grises!!!... un Abrazo Esgallero!!!
Comparando con las flores de los bulbos plantados en casa, son muchos más bonitos las silvestres.
Que bonitos son!
Alegran los campos y los llenan de color.
Besos
Es que las flores que parecen suaves para calentar las rocas frías.
Muchas gracias por la firma de la primavera espléndida.
Su fotografía es siempre delicada y elegante.
Desde el Lejano Oriente.
Un cordial saludo.
ruma
Parecen tres campanas que nos llaman a contemplar la bella naturaleza y disfrutar de colores tan especiales como estos amarillos. Un abrazo.
Gracias, la naturaleza siempre nos muestra alguno de sus regalos. Saludos,
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