
Desde Espinama a los Invernales de Igüedri por una pista cubierta de nieve y rodeada de robles, que sube a los Picos de Valdecoro y las portillas del Boquejón. Uno de esos días de ensueño y belleza que crean afición. El sol juguetea con todo lo que encuentra, creando caprichosas sombras que llaman la atención. Al otro lado del valle se alza la cordillera coronada por nubes de algodón.
6 comentarios:
Blog de "altura" tanta como los Picos de Europa. Saludos
Pero que caprichoso que es el sol!
Lo pinta todo a su antojo una preciosidad de foto.
Besos
Muy bien pillado ese baño dorado! chulísima!
Una foto muy bonita con esos tonos dorados, que refleja en la nieve.
Como bien dices día pr crear afición.
Un abrazo
el lio de Abi
Gracias, es que después de nueve horas caminando por el monte con la cámara a cuestas, alguna tenía que salir bien. Bienvenido Edward, me alegro que te guste mi espacio. Abrazos,
Me siento bastante montañas españolas.
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