
El agua fluye mansa a través de los escalones de piedra, granito dorado por el sol, colonizado por el verde vegetal de los líquenes. Mirar y descansar la vista en el monótono movimiento del agua, escuchar el silencio, contemplar cómo se mueven las piedras.
4 comentarios:
Con gran delicadeza el agua parece acariciar las piedras.
Una preciosidad.
Besos
El agua siempre da alegria a su paso por cualquier lugar y en éste no podia ser de otra manera en el que baja saltarina de piedar en piedra humedeciendolas para conseguir el resplandor que muestras en la foto.
Un abrazo
el lio de Abi
Majestuosa y elegante!
Besos
Es del día de la Ceja, en Gredos, aprovechando estos bonitos saltos de agua que podemos encontrar entre el aparcamiento y la laguna del Duque. Cordiales saludos,
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