
Castilla, seca y pura. El cardo es uno de los símbolos que, para mi, simbolizan fielmente la dureza y condiciones adversas de esta tierra sufrida y castigada por los elementos, donde la gente desaparece y los pueblos se abandonan poco a poco, donde caen los tejados y se amontonan las piedras colonizadas por la vegetación que acabará invadiendo lo que siempre fue suyo. El sol que dora las mieses y achicharra los campos también colorea las imágenes que la cámara detiene. Una manera de ser y de vivir, una manera de soñar.