
Agua, luces y reflejos bajo el puente de Saint Pierre, enmarcado por el negro azabache de la noche veraniega. En vacaciones nunca llevo reloj pero al fondo la noria rueda sin fin, marcando de alguna manera el paso del tiempo. La Garonne, un tímido arroyo en su comienzo, nace en la cara norte del Aneto y enseguida se introduce en el Forau de Aigualluts, reapareciendo en pleno valle de Arán a través de los terrenos kársticos que conforman estas montañas. Tras un largo recorrido, la Garonne desemboca en el golfo de Vizcaya, después de atravesar las ciudades de Toulouse y de Burdeos. La magia de la noche iluminada contribuye a las reflexiones sobre el destino de las aguas del río. Ya decía el filósofo que nunca te bañarás dos veces en el mismo río. Esas reflexiones sobre el destino de las aguas realmente son las reflexiones sobre nuestro propio destino.
4 comentarios:
Ante todo felicitarte por el precioso reflejo y despues seguir con los colores y la nitidez y claridad de la imagen .
Una foto de 10
Besos
Vaya nocturnas que te estás marcando
Una preciosidad la nitidez en los reflejos
Felicidades
Besos
Buena reflexión sobre el destino
• Solamente abundar en la idea... buena definición, buena toma.
• Saludos
► CR ► LMA
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Hermosa fotografía nocturna y muy buena reflexión...
Un abrazo
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