
Dos hermanos bajan por la Canal Oblicua del Curavacas.
De repente baja un alud de placa que sin remedio se los lleva por delante.
Una llamada entrecortada al 112 realizada por el hermano mayor, da aviso del desastre.
La enorme ventisca, con rachas de viento que superaban los 150 Km. /h. impide que se llegue hasta ellos. "No nos veíamos ni los pies" me dice mi compañero.
Esta mañana en condiciones similares se reanuda la búsqueda.
Un tornillo de hielo que asoma tirado en la parte baja de la canal, señala que están cerca.
En la base de la canal. Muy muy abajo, el hermano pequeño yace boca abajo semienterrado en el alud. Por la posición, falleció al instante.
Cien metros más abajo, aparece un guante, luego otro, luego un casco y después el hermano mayor. Recostado, con las manos en los bolsos. Sin capacidad para andar, se venció a su suerte.
El alud mató a uno.
El temporal al otro.El relato es de “
Avigamo”, del Greim de Sabero.
Para mi todo esto es como una película… Dos estrellas en el cielo y una película de aventuras. Aunque me gustaría un cielo azul, es una película triste donde conocemos el escenario, el argumento y los protagonistas. Desgraciadamente también conocemos el trágico desenlace. No, no puede ser una película, reflexiono al instante con tristeza e impotencia. Si fuera una película tendría un final feliz, como todas las películas.
Curavacas fue su tumba, la nieve blanca su sudario…
Imagino para vosotros la más dulce de las muertes, seguro que así fue la que disfrutasteis allí arriba en la montaña, un momento sagrado, un sueño. Os deseo lo mejor. Nosotros seguiremos por aquí durante un tiempo –cada cual tiene su destino marcado–, nos quedamos con vuestros mejores recuerdos y nos acordaremos de las estrellas en el cielo, de las dos estrellas que brillan firmes y felices en el firmamento, alumbrando nuestro camino, velando por todos nosotros en las salidas montañeras.
Yo también os envío mis respetos,