El río Navacerrada

Una mañana otoñal junto al río Navacerrada a su paso por la Barranca, uno de los valles más bonitos de los alrededores. El cielo gris y el agua turbulenta contrastan con los colores de un otoño entre pinos donde jugamos con las sedas del agua y estrenamos las botas de agua, todo un invento fotográfico al que la mayor parte de las veces apenas se presta atención. La cascada del fondo corresponde al aliviadero de la segunda de las presas que jalonan el valle.

Paseando por el hayedo

Un hermoso fin de semana paseando por el hayedo, en Dobres, en pleno valle de la Liébana, disfrutando de toda la fuerza del otoño y de sus sensaciones. Lluvia y frío pero el bosque siempre actúa de abrigo donde refugiarse en los momentos en que arrecia el temporal.

Los secretos del pantano

A última hora de la tarde los rayos del sol inciden con fuerza sobre la cola del embalse, donde la escasez de agua permite descubrir estructuras olvidadas, y tiñe de dorado las piedras del rústico puente. Colores de otoño y una simetría perfecta reflejada sobre las aguas del pantano.